La aparición de las nuevas técnicas de neuroimagen
A medida que avanzaba el siglo XX eran muy pocos los estudios que podían realizarse en cerebros vivos, generalmente se estudiaban los cerebros una vez que las personas morían. Y esos estudios consistían en analizar si tenían alguna parte dañada y la misma se relacionaba con el comportamiento o síntomas que la persona había desarrollado en vida.
Aunque hubo algunas excepciones. Por ejemplo, en el año 1940 se empezó a practicar una técnica quirúrgica para tratar epilepsias muy severas, llamada callosotomía, que consistía en separar los hemisferios cerebrales mediante seccionar el cuerpo calloso (área cerebral que une ambos hemisferios). De esa forma, cuando el paciente sufriera un ataque, el foco epiléptico se quedaría reducido un solo hemisferio cerebral.
La técnica, que anteriormente ya se había practicado en simios, fue todo un éxito y en un principio los pacientes no parecían tener secuelas. Sin embargo, algunos investigadores consideraron que era una excelente oportunidad para estudiar las funciones cerebrales en una persona viva.
La mayoría de las pruebas que se realizaron, consistieron en hacer que los pacientes percibieran estímulos con los órganos sensoriales de la parte izquierda y derecha del cuerpo de forma independiente y los resultados fueron sorprendentes. Investigadores como Roger Sperry y Michael Gazzaniga, descubrieron que cada hemisferio, además de gestionar sensorialmente el lado opuesto del cuerpo, tenían funciones totalmente diferentes. Por ejemplo en uno de los experimentos se le enseñó a un paciente la foto de una mujer desnuda. Cuando el paciente la miraba sólo con el ojo derecho (hemisferio izquierdo), la describía objetivamente sin experimentar ninguna emoción, sin embargo cuando veía la fotografía con el ojo izquierdo (gestionado por el hemisferio derecho) se ruborizaba, aunque no sabía expresar bien por qué. A tenor de las investigaciones, se pudo concluir que el hemisferio izquierdo interpreta objetivamente el contenido de una imagen visual, una conversación o de un hecho, mientras que el hemisferio derecho interpreta todo lo que es comunicación no verbal. Por ejemplo, si alguien llega y dice ¡buenos días! con una sonrisa o enfadado, nuestro hemisferio izquierdo tan sólo percibe e interpreta las palabras “buenos días”. Mientras que nuestro hemisferio derecho nos dice si la persona lo ha dicho con amabilidad y alegría o con ofuscación. Otras investigaciones llevaron a Gazzaniga a elaborar la “Teoría del Interprete” que más adelante te contaré, ya que es fundamental para entender el proceso de toma de decisiones.
A continuación, como te prometí en el artículo anterior, te enseñaré los distintos aparatos tecnológicos que aparecieron a partir de finales de los años 80 y que dieron lugar a lo que realmente hoy conocemos como Neurociencias, ya que por primera vez hicieron posible la captura de imágenes, tanto estructurales como funcionales, del cerebro en personas vivas y mientras están realizando distintas tareas. Estos adelantos dieron lugar, a que a la década de los 90 se le denominara “la década del cerebro”, década en la que el gobierno de EE.UU. hizo una aportación del presupuesto público de 500 millones de dólares para la investigación de la, hasta ese momento, llamada “caja negra”, nuestro cerebro.
Resonancia magnética nuclear funcional (RMNF): La imagen por resonancia magnética funcional es un procedimiento clínico y de investigación que permite mostrar en imágenes las regiones cerebrales que ejecutan una tarea determinada. El procedimiento se realiza en el mismo resonador utilizado para los exámenes de diagnóstico, por ejemplo para una rodilla, pero con modificaciones especiales del software y del hardware
Tomografía axial computada (TAC): La tomografía axial computarizada (TAC), o tomografía computarizada (TC), también denominada escáner, es una técnica de imagen médica que utiliza radiación X para obtener cortes o secciones de objetos anatómicos con fines diagnósticos.
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Tomografía por emisión de positrones (PET): La Tomografía por Emisión de Positrones es una técnica no invasiva de diagnóstico e investigación ¨in vivo¨ por imagen capaz de medir la actividad metabólica del cuerpo humano.
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Tomografía computada por emisión de fotón único (SPECT): Es una técnica médica de tomografía que utiliza rayos gamma. Es muy parecida a una radiografía, pero utiliza una cámara sensible a los rayos gamma y no a los rayos X. Como en una radiografía, cada uno de las imágenes que se obtienen es bidimensional, pero pueden combinarse muchas imágenes tomadas desde distintas posiciones alrededor del paciente para obtener una imagen tridimensional.
Magneto encefalógrafo: La Magnetoencefalografía (MEG) es una técnica no invasiva que registra la actividad funcional cerebral, mediante la captación de campos magnéticos, permitiendo investigar las relaciones entre las estructuras cerebrales y sus funciones.
Electroencefalógrafo de 256 canales: La llegada de los sistemas de 256 canales produce un verdadero avance ya que este sistema permite el registro simultáneo de toda la superficie cerebral y de estructuras profundas.
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Bueno, espero que te haya parecido interesante. En el próximo artículo te contaré qué es la neuroplasticidad cerebral y qué llevó a Santiago Ramón y Cajal a afirmar: