Para poder innovar y aportar valor a partir de las personas, es necesario tener un conocimiento profundo del ser humano y sus motivaciones, y por lo tanto de los procesos cerebrales que regulan su comportamiento.
A lo largo de la historia, científicos, filósofos e investigadores han estado intentando descifrar los misterios del cerebro humano, sin embargo todos los estudios que se podían realizar, estaban basados en observaciones del comportamiento -consecuencias de los procesos internos-, o el estudio de cadáveres.
Los avances tecnológicos del S. XX, dieron lugar a la realización de intervenciones quirúrgicas en cerebros humanos de pacientes con disfunciones cerebrales que permitieron sustanciales avances en el conocimiento del funcionamiento interno del cerebro, pero los avances tenían siempre un enfoque localizacionista, es decir, si extirpaban o tocaban alguna parte del cerebro, mediante la observación del comportamiento del paciente después de ser operado, se podía concluir que esa parte estaba relacionada con tal o cual función cerebral. Sin embargo, a finales de los años ’80, la aparición de técnicas de neuroimagen para la observación cerebral en personas vivas mientras realizaban diferentes tareas, supuso una revolución en la investigación científica de los procesos cerebrales. Esto último ha dado lugar a lo que hoy conocemos como neurociencias modernas y todas sus aplicaciones interdisciplinares: Neuromarketing, Neuroeconomía, Neuromangement, etc.
Para conocer más sobre neurociencias y sus diversas aplicaciones os invitamos a ver nuestro blog.